Residuos de plátano, aguacate y caña servirían para crear pilas orgánicas
Buscan minimizar el problema de la contaminación y que esta sea una forma de aprovechar los recursos naturales de la Región Cafetera.
En la búsqueda por crear elementos con bases orgánicas que mitiguen la contaminación que vive el mundo, el Grupo de Investigación en Física de Plasma de la Universidad Nacional de Colombia (Unal) Sede Manizales trabajan hace seis meses en la creación del prototipo de una pila orgánica tan eficaz como las disponibles en el mercado.
En medio de su investigación, encontraron que algunos componentes de la cáscara del plátano, la pepa de aguacate y el bagazo de la caña de azúcar podrían fungir como una materia prima idónea para reemplazar los elementos contaminantes de las pilas o baterías de celulares, computadores y algunos electrodomésticos.
El cadmio y el mercurio son elementos contaminantes, que además están presentes en las baterías convencionales. De acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, una sola batería puede contaminar hasta 100.000 litros de agua.
Del mismo modo, un estudio del Programa de Investigación de Residuos (PIRS) del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Unal Sede Bogotá, evidenció que mientras en 2002 llegaron 19,3 kg de estos contaminantes a los rellenos, en 2009 la cifra fue de 210,7 kg.
Favio Nicolás Rosero Rodríguez, profesor del Departamento de Física y Química de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y líder de investigación en energías renovables y baterías orgánicas de la Unal Sede Manizales, afirmó que “la contaminación con pilas es cíclica, es decir que cuando las baterías se tiran a la basura terminan en grandes basureros mezcladas con otros desechos”. Las pilas, estando en estos lugares, quedan a la intemperie, de tal forma que cuando llueve, los líquidos segregados por la descomposición de otros elementos desgastan la envoltura de las baterías hasta que el mercurio, que es el químico más contaminante, se dispersa hasta llegar a ríos y quebradas. En el caso del cadmio, este elemento se dispersa con facilidad con las corrientes de agua y habita entre la naturaleza, llegando a contaminar cultivos como el cacao, por citar un ejemplo.
En ese sentido, la iniciativa del docente es minimizar el problema de la contaminación; también pretende que esta sea una forma de aprovechar los recursos naturales de la Región Cafetera.
Fuente: Agronegocios