Control de sólidos en piscinas
La baja tasa de crecimiento de microorganismos y la ausencia de turbidez en una piscina son algunos de los factores importantes para la seguridad y comodidad de los usuarios. La capacidad que tiene el material suspendido en el agua para obstaculizar el paso de la luz y que puede afectar la calidad del agua como la eficacia de los tratamientos químicos se conoce como turbidez. Esta variable es importante evaluarla por razón estética, pues este aspecto visual del agua genera rechazo para su uso, también por la selección en los procesos de tratamiento en casos como la filtración y cloración, pues si la turbiedad es alta puede generar daños en sistemas y obstrucción de filtros generando problemas de operación en el tratamiento del agua, mientras que en el caso de la turbiedad tiene un valor representativo, los mecanismos de desinfección son más costosos aún, por la cantidad de cloro que se debe agregar, ya que los microorganismos se ocultan en las partículas de turbiedad.
Actualmente, la turbidez del agua de la piscina se puede medir utilizando un dispositivo llamado turbidímetro, basado en principio de medición nefelometría, este instrumento mide la cantidad de luz dispersada por las partículas en suspensión en el agua. Cuanto mayor sea la turbidez, mayor será la cantidad de luz dispersada, y se obtendrá una lectura más alta en el turbidímetro. En HANNA Instruments, presentamos el equipo ideal para esta aplicación, turbidímetro HI98713 con tecnología Fast Trascker y tecnología bajo estandarización ISO.
Este se excede los requerimientos de la metodología ISO 7027 para determinación de turbidez, permite almacenar más de 200 datos en la memoria interna del equipo, así como transferir los datos a tu PC con software compatible con Windows, contiene estándares para realizar protocolo de calibración y garantizar datos confiables que están diseñados bajo los requerimientos AMCO AEPA-1 que son reconocidos por USEPA, si bien las unidades de este equipo son establecidas en FNU, estas son equivalentes 1:1 a unidades UNT.
Por lo tanto, es importante medir regularmente la turbidez del agua de la piscina y tomar las medidas necesarias para mantenerla dentro de los niveles aceptables. Teniendo en cuenta lo anterior y la normativa que regula la frecuencia, control y evaluación de parámetros fisicoquímicos en piscinas en la Resolución 1618 de 2010, este parámetro debe ser evaluado 1 vez al día con valores no superiores a 2 NTU (Unidades Nefelométricas de Turbidez) dando cumplimiento a la seguridad y calidad óptima del agua en piscinas.
En conclusión, medir la turbidez del agua en una piscina es una práctica esencial para garantizar la seguridad y la comodidad de los usuarios. Además, mantener una baja turbidez en el agua también puede mejorar la eficacia de los tratamientos químicos utilizados para mantener la piscina limpia. En el mantenimiento de piscinas se debe asegurar la medición de turbidez regularmente y tomar las medidas necesarias para mantenerla dentro de los niveles aceptables.