Agua para Cocinar
Al tratarse de la sustancia que más abunda en nuestro organismo, el agua es sin duda el alimento más importante. Además de formar parte de los órganos y tejidos, resulta imprescindible para el metabolismo, ya que son multitud los procesos y reacciones químicas que tienen lugar en su seno, y en ella se desarrollan los procesos fisiológicos esenciales.
El agua mineral puede contener gas, con efervescencia natural o presentarse sin gas. El agua con gas suele ser alcalina, lo que ayuda a neutralizar la acidez. Entre las aguas sin gas podríamos distinguir entre cálcicas, cloruradas, magnésicas, sódicas, sulfatadas, fluoradas, ferruginosas y otras.
En el mercado encontramos también aguas con sabor, como alternativa para el consumidor de refrescos, ya que contiene una cantidad de azúcar mucho menor. Aunque todos nos hemos aprendido que el agua es "incolora, inodora e insípida", solo es cierto para el agua pura, no para la potable. Es verdad que esta ha de ser cristalina y sin olor -no es bueno que huela a cloro o a compuestos de azufre-, pero el agua de mesa tiene sabor. La que normalmente consumimos, sea embotellada o del grifo, contiene sustancias disueltas -dióxido de carbono, sodio, hierro, calcio, flúor...- que nos permiten escoger la de nuestra preferencia.
Los expertos en cata de aguas recomiendan tomarla en copa de cristal fino, a una temperatura alrededor de 20 ºC, y afirman que incluso pueden hacerse; maridajes; entre un tipo de agua y un plato determinado.
Los más importantes parámetros necesarios para el análisis del agua, especialmente en agua potable, pueden ser medidos con el medidor portátil HANNA HI 93102. Este instrumento no solo mide la turbidez, también mide el pH, presencia de cloro, Bromo, Yodo, Hierro y Acido cianúrico (CYS). Dando resultados de laboratorio en el campo de manera práctica y fácil. Las mediciones se realizan rápido y repetidamente a través de un sofisticado microprocesador de fácil uso. En el modo colorimétrico los usuarios pueden seleccionar entre la calibración preprogramada de fábrica, o calibrar el medidor ellos mismos, midiendo la concentración o la absorción relativa de la muestra.