Tipos de vientos a favor y en contra en las actividades del campo según su intensidad
A pesar de que se crea que el viento es negativo, este puede ayudar a humedecer algunos cultivos según el tipo de sector
Sin lugar a dudas, la variabilidad y el cambio climático son factores primordiales en el día a día de las personas y de las empresas. Pero el sector agropecuario es uno de los más vulnerables a sus efectos.
Generalmente, asociamos los vientos con un efecto negativo en los cultivos, sin embargo, dependiendo de su velocidad “pueden representar beneficios tales como ser vehículo en el transporte de polen, de materia orgánica y en la diseminación de semillas, así como en la reducción del riesgo de helada, entre otras”, indicó Daniel José Alzate, gerente de Propiedad y Agro de Seguros Sura.
A nivel meteorológico, los vientos transportan nubes y masas de aire cargadas con humedad, favoreciendo así la ocurrencia de lluvias que en cantidades adecuadas favorece el desarrollo de los cultivos.
Cuando la velocidad del viento, por ejemplo, es superior a 20 Km/h, puede ocasionar daños en los cultivos, como agobio, caída de frutos, defoliación a nivel crítico y desarraigo; lo que puede ocasionar pérdida de capacidad productiva que puede afectar económicamente a los agricultores.
En cultivos de banano, la planta se agobia y no puede continuar su ciclo o al ya estar formado el racimo, este se golpea, se raspa o cae al suelo durante el paso de un viento fuerte.
Cuando ocurren este tipo de lesiones en los frutos, se favorece la entrada de hongos y bacterias, lo que causa pudriciones, pérdida de agua, aumento en el ritmo de la respiración y, por consiguiente, con el aumento de calor, hay alteraciones en el fruto lo que provoca una mala calidad y pérdida de oportunidades para la exportación.
Es por eso que el uso de información meteorológica se convierte en un aliado para prevenir el daño ocasionado por los vientos. A través de la consulta de los pronósticos del tiempo, de monitoreo satelital de la nubosidad y de los radares meteorológicos, entre otros, es posible tomar decisiones oportunas.
De acuerdo con lo expuesto por Alzate, desde Sura se ha visto que las épocas en que aumenta la probabilidad de vientos se encuentran entre marzo y mayo y entre agosto y septiembre. Este último, coincide con la temporada de huracanes, tormentas y ciclones tropicales en el Atlántico.
Los seguros agropecuarios incluyen daños climáticos
Sura es solo una de las empresas dedicadas a ofrecer servicios con base en riesgos climatológicos, en el caso de ellos cuentan con más de 22 tipos de seguros asociados al sector agrícola, y apalanca su estrategia en la generación de competitividad sostenible contando, no solamente con pólizas, sino también con soluciones de gestión del riesgo. Sin embargo, hasta este momento se está generando una cultura de buscar seguros en el campo por daños que ocurrieron en el primer semestre.
Fuente: Agronegocios