La seguridad alimentaria se encuentra centrada en reducir las enfermedades transmitidas por alimentos, ya sea por un organismo vivo o por elementos externos que atenten contra la salud del consumidor. Cada país cuenta con regulaciones propias enfocadas en los principales problemas que enfrentan y acordes a la cultura culinaria local, aun así, organismos internacionales son la base de la mayoría de estas regulaciones.
Según la Organización De las Naciones Unidas por la Alimentación y la Agricultura (FAO) en América Latina hay una enorme conciencia entre las agendas de cambio climático y seguridad alimentaria, ambas con exigencia de producción y consumo. La concentración del ingreso en la región se manifiesta en la inseguridad alimentaria ya que la causa de hambre en América Latina y el Caribe es la incapacidad de los más pobres de comprar los alimentos que necesitan. Es un problema de acceso. Es decir que se necesita estar al pendiente del ámbito social, económico y productivo para así mejorar el acceso.
Como una de las medidas más efectivas para garantizar la seguridad alimentaria en el país se tiene el control estricto de la cadena de frio en alimentos. El mantener un alimento refrigerado restringe el crecimiento de organismos patógenos y aumenta la vida de anaquel permitiendo que este disponible en zonas remotas. Uno de los medios para asegurar la cadena de frio en un proceso de transporte es el datalogger de temperatura HI144 de Hanna, estos dataloggers permiten registrar la temperatura de almacenes, camiones refrigerados, neveras y otros lugares involucrados en la cadena de frio. El HI144 almacena la temperatura en periodos desde 1 segundo hasta 24 horas con alarmas programables para evitar temperaturas fuera del rango permitido.
