Los químicos Pablo Emilio Torres e Iván Urrego, ambos docentes pensionados del programa de Química de la Universidad del Quindío crearon este proyecto denominado PIT H2O (Proceso Integrado de Tratamiento de Agua).

Las primeras pruebas las realizaron en la planta de tratamiento de aguas del corregimiento de Barcelona, Quindío. Luego vendieron los primeros prototipos de la planta que inicialmente era electromecánica hasta que Katherine Velásquez, nieta de Torres, se vinculó al proyecto.

“Mi nieta, que estaba estudiando ingeniería electrónica, nos dijo que quería hacer la parte electrónica de la planta y presentarlo como su tesis, y se graduó con honores. El sistema ahora es electrónico, implementado desde el computador”, contó Torres.

Este proyecto ya obtuvo la patente de la Superintendencia de Industria y Comercio y ahora buscan la patente para el sistema electrónico de la planta.

“Creemos que este trabajo puede ser muy útil en determinados sectores sobre todo en el rural porque sirve para tener agua potable y utilizarla en la cría de animales, en el ordeño mecánico y otras actividades del sector agropecuario, y en el sector turístico dado que muchas fincas ecoturísticas no tienen aguapotable y con esto se puede subsanar esa dificultad”, señaló el químico.

Torres explicó que el funcionamiento de la planta tiene como primer paso la descomposición del agua, donde mueren los microorganismos que puedan estar presentes en el líquido, y ese primer proceso se denomina electrocuagulación. Luego el agua llega a un sedimentador donde se quedan los sólidos que sehayan formado. El agua continúa su tránsito hacia un filtro que retiene los sólidos que aún puedan permanecer en el líquido hasta que finalmente llega a un sensor y luego a un tanque.

“Hemos llevado las muestras del agua a laboratorios certificados a nivel nacional y cumple con las 16 características; 13 fisicoquímicas y 3 bacteriológicas, es decir las condiciones exigidas por el Ministerio de Salud”, agregó Torres.

En un día normal, la planta puede producir unos 20 mil litros de agua, líquido suficiente para abastecer una pequeña industria o una actividad agroindustrial.

Fuente:EL TIEMPO