En Oceanario de Islas del Rosario reproducen uno de los peces más apetecidos del planeta
A 50 minutos en lancha desde Cartagena de Indias se lleva a cabo el milagro de la vida y uno de los logros científicos más importantes del país en el presente año. Un grupo de científicos del Oceanario de Islas del Rosario - Ceiner, Ceniacua y Benchmark Genetics Colombia anunció en las últimas horas la reproducción exitosa, en laboratorio, del mero guasa, uno de los peces más apetecidos en la gastronomía global, pero a la vez uno de los más amenazados por la pesca masiva.
Pese a que las investigaciones con el mero guasa (Epinephelus itajara) iniciaron en el 2015, cuando nacieron los primeros individuos y fueron criados en cautiverio, solo hasta este mes alcanzaron la edad adulta y se cerró así el ciclo científico.
Así se reproduce y cría en cautiverio el pez más deseado del planeta
“El primer paso de la investigación fue establecer la época del año en que naturalmente se reproducen: Tras años de paciente observación y registro, se evidenció que los meros se reproducen durante las noches de luna llena, y solamente en el mes de mayo”, señala Jaime Rojas, director científico del Oceanario de Islas del Rosario.
Los científicos evidenciaron que en su ritual, el animal solo se reproduce cuando la noche está oscura y aún no ha salido la luna. Después de medianoche comienza la reproducción que finaliza en la madrugada.
"Ellos no tienen cópula, luego de un cortejo, la hembra libera al mar los huevos y el macho inmediatamente libera el semen en el agua sobre los huevos", cuenta Rojas.
No obstante, los huevos diminutos ya fecundados se esparcían libremente a mar abierto por la acción de las corrientes sin que los científicos los pudieran colectar con facilidad. La solución fue construir dos grandes tanques para la recolección de huevos.
“Ambos tanques se ubicaron semi-sumergidos, donde se mantienen a los reproductores de mero, para así hacer más fácil la recolección de los huevos fértiles, que luego son llevados a los laboratorios, donde hacen parte de los ensayos de cultivo de larva”, agrega Rojas.
Las nuevas larvas producidas son cultivadas en los laboratorios de acuicultura del oceanario donde son conservadas y alimentadas bajo un cuidado especializado de expertos en cultivo de peces marinos. “Este avance científico se suma a los grandes esfuerzos en investigación científica del Oceanario de Islas del Rosario, en alianza con la AUNAP y Parques Nacionales Naturales de Colombia”, señala Jaime Rojas.
El mero guasa además de ser resistente a los cambios en las condiciones de la calidad del agua marina, crece muy saludable en diferentes ambientes. Por estas y otras características, esta especie fue elegida por los científicos para iniciar procesos de investigación en acuicultura. Hoy, con talento colombiano este centro de investigaciones en alta mar está en la capacidad reproducir en serie el mero en sus laboratorios.
Es una especie amenazada
“Pese a que esta especie está distribuida naturalmente en muchos mares desde el sur de Estados Unidos (Florida), el Golfo de México, todo el Mar Caribe hasta el sur de Brasil y en África, desde el Congo hasta Senegal, no existían investigaciones exitosas ni el desarrollo de técnicas para su reproducción y cultivo”, agrega Rojas.
El mero guasa es una especie que también se encuentra altamente amenazada en su medio natural por la disminución de sus poblaciones, y está amenazada por la sobrepesca y pesca industrial, así como por la destrucción de su hábitat.
Esta especie se encuentra en la categoría ‘Peligro Crítico’ según el libro rojo de peces marinos amenazados de Colombia.
Un largo y paciente proceso científico
El primer resultado histórico para el centro de investigaciones cartagenero ocurrió en el mes de mayo de 2015. Por primera vez en el mundo se lograba con éxito la reproducción y cultivo del mero guasa en un laboratorio.
Los científicos colombianos habían obteniendo miles de larvas que fueron criadas tanto en los laboratorios del Oceanario como en acuarios del Centro de Investigación de Acuicultura de Colombia (Ceniacua) ubicado en Punta Canoa, Cartagena.
Este primer logro científico se debió también al apoyo financiero de la Gobernación de Bolívar a través del Sistema General de Regalías. Estas larvas crecieron hasta convertirse en individuos juveniles. Hoy, 5 años después, son la primera generación de meros guasa nacidos en cautiverio.
Una vez se hacen adultos, que superan el metro de longitud, son protegidos en el Oceanario Islas del Rosario y también en los laboratorios de Punta Canoa, en el norte de Cartagena. Entre las claves de este éxito científico y la reproducción exitosa, está el hecho de que a partir del 2015 se continuo sin parar la investigación en aspectos como aumentar el grupo de individuos reproductores.
“También hemos alcanzado técnicas de reproducción artificial que permiten tener un mejor control sobre la producción de larvas a lo largo del año”, señala Rojas.
Fuente: El Tiempo
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