El agua es uno de esos elementos esenciales para la vida, y la consumimos durante todas nuestras vidas. Pero, a diferencia de lo que pasa con los alimentos, lo más seguro es que no prestes demasiada atención a su calidad. O mejor aún, a los beneficios que nos aportan los diferentes tipos de agua que existen.
Las aguas minerales naturales son las más recomendables para una hidratación correcta. Sin embargo, su composición mineral variará según el tipo de roca por la que se filtra y por otros factores como la profundidad y la temperatura.
La diferencia, por ejemplo, es notable en las aguas que tienen su origen por la infiltración del agua de la lluvia o del agua del mar en la tierra: en ellas encontraremos elementos como el calcio, el magnesio o el nitrato. Mientras que las que surgen en zonas volcánicas por la presión contienen potasio, boro, flúor… entre otros.
BONDADES
¿Quieres saber cómo cuidar mejor de tu salud y de la de los demás? Sigue leyendo y descubre los sorprendentes beneficios de algunas de las variedades de agua existentes:
- Bicarbonatadas o alcalinas: son aquellas que contienen más de 600 mg/litro de bicarbonato. Se recomiendan para facilitar la digestión y reducir la acidez del estómago.
- Aguas de mineralización débil y muy débil: posiblemente una de las más conocidas. ¿Quién no la ha encontrado en el supermercado o ha visto un anuncio resaltando esta característica? Son las más indicadas para dosificar la producción de orina, preparar alimentos infantiles y ayudar a reducir las temidas piedras en el riñón.
- Hiposódicas o sódicas: las primeras combaten la alteración renal, la hipertensión o la retención de líquidos y se recomiendan en bebés y ancianos. Las segundas, acompañadas del ion bicarbonato, ayudan a la digestión.
-Cálcicas: son aquellas con más de 150 mg/l de calcio. Ayudan a reforzar huesos y dientes, por lo que es una aliada para prevenir la osteoporosis.
-Carbónicas o con gas: contienen más de 250 mg/l de anhídrido carbónico natural. Estimulan tu apetito y facilitan la digestión.
Esta lista tan sólo indica alguno de los muchos tipos de agua que existen, así que, si no has encontrado la tuya, te invitamos a seguir investigando. Eso sí, recuerda que no sólo el agua consumida aporta muchos beneficios, sino también aquella con la que nos bañamos. Es por ello que existen centros termales especializados en un tipo o varios de aguas mineromedicinales. Un ejemplo de ello es la talasoterapia, que se vale de la increíble composición del agua y componentes del medio marino para cuidar de las personas.
Un centro referente en Europa por utilizar las aguas del mar con fines terapéuticos es Palasiet Thalasso Clinic & Hotel en Benicàssim. En su página web podrás descubrir más sobre cómo te ayuda la Talasoterapia y una Tienda Online en la que consultar tratamientos como el famosos Recorrido Biomarino, Bañeras de hidromasaje con algas, envolturas de lodos marinos y mucho más. Disfruta de estos tratamientos cuando las restricciones sanitarias lo permitan o experimenta la experiencia más completa cuando reabra el Hotel durante marzo.
Fuente: El periódico Mediterráneo
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