Claves para tener presentes y que el clima no afecte sus cultivos este mes

Por Equipo Hanna | Hace 5 años 7 meses en Noticias | Comentarios

A pesar de ser temporada de lluvias, el leve fenómeno de el niño ha ocasionado que en algunas zonas haya menos precipitaciones en comparación con el nivel habitual

Los cambios climáticos son uno de los elementos que hace que los productores agropecuarios sean más vulnerables a percibir daños en sus cultivos y plantaciones. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura se prevé que un débil fenómeno de El Niño continúe estos meses, con alguna posibilidad de que se mantenga por el resto del año, por lo cual, desde la cartera se han emitido una serie de recomendaciones para mantener las estrategias de adaptación y medidas de contingencia.

Si bien abril y mayo son meses conocidos por las lluvias, las condiciones actuales generan efectos adversos sobre los cultivos. Para el caso del banano, mientras que en el Urabá antioqueño y chocoano hay probabilidad normal de precipitaciones, en Magdalena y La Guajira se perfila por debajo de lo normal, según el último boletín agroclimático de MinAgricultura.

Mientras que para los productores del Urabá el ministerio recomienda “implementar y mantener la cobertura del suelo, hojas y pseudotallos, con el objeto de favorecer la capacidad de retención de humedad de los suelos”, en la región norte los productores deben realizar el mantenimiento preventivo del sistema de drenaje y aplicar láminas de agua de acuerdo con el balance hídrico y los requerimientos del cultivo.

Para el caso del maíz, mientras que en el Huila se mantienen normales las precipitaciones, por lo que se recomienda hacer mantenimientos de los canales de drenaje; en Cauca, Valle del Cauca, sur del Cesar, sur de Bolívar y Cundinamarca la probabilidad de precipitación está por debajo de lo normal, lo que hace necesaria la limpieza de drenajes externos e internos, tener a disposición una fuente de suministro de agua eficiente y evitar pérdidas de agua.

Según la región, el cultivo del arroz también requiere especial atención. Mientras que en las poblaciones del Caribe con clima más seco es importante aprovechar las precipitaciones que ocurran en el mes, en las partes más húmedas lo ideal es preparar el terreno para retener agua de las primeras lluvias.

Según MinAgricultura, mayo es el mes ideal para la siembra de este cereal en Santander y Tolima, dada la mejor oferta hídrica; en Huila, se recomienda sembrar en bajas densidades en los intervalos de descenso de las lluvia y para el norte del departamento realizar limpieza de canales y drenajes a lotes en edades tempranas. En Casanare, por otro lado, lo ideal es realizar la adecuación del terreno en seco.

Para el caso del frijol, dado que se mantienen en niveles normales las probabilidades de precipitaciones, se sugiere realizar mantenimiento a los drenajes para evitar problemas de encharcamiento y evacuar rápidamente el agua de los lotes. En Boyacá, Cundinamarca y Norte de Santander, contrario a otras regiones, se proyectan niveles de lluvias por encima de lo normal, que afectarían a la papa. Por esto, se recomienda realizar zanjas de drenaje para evacuar los excesos de agua en el cultivo y evitar pudriciones y hongos del suelo que afecten los tubérculos.

Otros cultivos propensos a sentir los efectos de menos lluvias de lo normal son la caña panelera en Atlántico, Bolívar y Santander, y la caña azucarera en el Valle del Cauca. Para la primera, el ministerio recomienda abstenerse de hacer nuevas siembras, y para la segunda, programar el riego de acuerdo al estado hídrico del suelo.

De acuerdo con Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), uno de los principales puntos que deben tener en cuenta los agricultores es guiarse por la lógica del nivel de humedad de los suelos, y estar atentos no solo de las recomendaciones de las entidades oficiales sino también revisar los boletines del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), de acuerdo con la región específica. “Es evidente que el clima ha cambiado a nivel mundial. Si bien el régimen de lluvias de abril y principios de mayo es algo que periódicamente se viene generando, ante cambios coyunturales o estructurales en materia climática tiene que venir una adaptabilidad de parte de los productores”, asegura Bedoya.

Seguros agropecuarios

A pesar de los cuidados que puedan tomar los productores, esto no los hace exentos a riesgos, por lo cual, el aseguramiento de cultivos es una práctica que se está intentando promover en el país con el fin de proteger la inversión de los productores agropecuarios. Al cierre de 2018, según Fasecolda, se reportaron 94.678 hectáreas con cultivos agrícolas aseguradas en el país. Según el gremio, el valor asegurado promedio por hectárea es de $7,53 millones.

“El seguro agropecuario, protege a un agricultor ante las pérdidas económicas que pueda sufrir ante la ocurrencia de eventos de origen climático o biológico que afecten su producción, impidiendo que se deteriore su capacidad de consumo y ayuda a estabilizar sus ingresos y le permita retomar en poco tiempo su actividad”, destacó el presidente de Fasecolda, Jorge Humberto Botero.

Estas compañías trabajan el segmento de seguros agropecuarios

Según Fasecolda, solo 2,5% de las áreas cultivadas en el país cuenta con un seguro agropecuario. Entre las compañías que destacan por tener productos para este segmento está Mapfre, que ofrece un seguro climático; Allianz y Sura que ofrecen seguros para cultivos específicos. Liberty Seguros se enfoca en equipos y maquinaria agroindustrial, mientras que Previsora Seguros otorga amparos ante vientos fuertes, inundaciones, lluvia, enfermedades, incendios o deslizamientos. Otra opción es Seguros Bolívar.

Fuente: Agronegocios

Comentarios