La bonanza de camarones que deslumbró a un pequeño pueblo de Córdoba

Por Equipo Hanna | Hace 5 años 1 mes en Noticias | Comentarios

En dos días fueron pescadas diez toneladas de mariscos en Bahía Rada, Córdoba.

Los habitantes de Bahía Rada, una pequeña población del municipio de Moñitos en Córdoba, a orillas del mar Caribe, festejan lo que consideran la mejor pesca de los últimos cinco años. Al menos diez toneladas de mariscos lograron capturar en dos días de faena, representando ingresos para las familias que viven de la aventura marina.

El pasado domingo en la madrugada, los pescadores se percataron que los boliches o trasmayos que usan para capturar peces, mariscos y todo tipo de especie marina se resistían a ser arrastrados hacia el fondo del mar por la fuerza de millones de camarones que quedaron atrapados en sus redes.

"Allí comprendimos que teníamos una buena pesca, entonces tocó llamar a todos los hombres, pelaos y hasta mujeres del pueblo para que ayudaran a sacar las enormes atarrayas que tenían la más grande subienda de estos tiempos", dijo Alfredo Colmenares, nativo de la zona.

La abundancia es una palabra que muy poco se conoce en el pueblo, donde se evidencia la pobreza por la ausencia del Estado. Solamente el inmenso océano que se muestra como vecino incondicional, les da a los pobladores de esta zona olvidada del municipio de Moñitos (Córdoba), la posibilidad de conseguir el sustento para el hogar.

"No se sabe cuándo volverá la abundancia traída del mar, porque esa no es permanente, pero hay que estar preparado para cuando regrese", asegura Colmenares.

Para Luis Correa, líder comunal de La Rada, la captura de grandes cantidades de mariscos es la recompensa que les da la naturaleza a estos pobladores que no tienen otra alternativa de empleo.

“Mientras el Gobierno no mire hacia estas comunidades, seguiremos dependiendo de lo que nos brinde el mar para poder sobrevivir en este olvido que nos tienen los gobernantes”, comenta.

El fenómeno, según Correa, obedece a las fuertes lluvias que caen en la zona y que arrastran aguas tibias desde arroyos y ríos que van a desembocar en el mar.

"Realmente eso viene provocado, primero por la bendición de Dios, ahí siguen las lluvias que abren los caños y esas corrientes son las que van al mar y ahí aparecen los fenómenos de los camarones", dijo.

Y agrega, "también tiene que ver la brisa, porque mientras sopla fuerte no se consigue nada porque todos los animales se van a las profundidades; en cambio cuando el mar está quieto como ha pasado en estos días, pues el camarón está en la orilla y ahí es cuando los pescadores aprovechamos y hacemos la faena de pesca".

Justino Mora Martínez, es un curtido pescador de la zona que conoce los secretos del mar, del cual dice cambia de estado de ánimo castigando o premiando a quienes se acostumbraron a depender de él.

“Hay días que amanece de buen ánimo y nos da de todo, pescados, mariscos y hasta tiburones”, comenta sonriente.

Y son esos “estados de ánimo” los que invitan a los cazadores del mar a emprender aventuras que terminan con un gran producido dentro de sus boliches como ocurrió en esta reciente temporada.

“Por estos días nos pasamos tiempo completo en el mar, porque, cuando viene la escasez ni que trabajemos día y noche en el mar conseguimos algo”, agrega.

La buena cosecha de crustáceos bajó el precio en el mercado local. En época de escasez el kilo de camarón puede costar entre $18 mil y $20 mil. Por estos días se puede conseguir en $2 mil, recién sacado del mar.

Fuente: El Tiempo

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