El Instituto Alexander Von Humboltd, encargado de la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, autorizó por primera vez en el país, la producción en laboratorio del prohibido pez basa (pangasius).
Aunque en años anteriores se había opuesto a estos ensayos por los peligros que representa, ahora, bajo otra óptica avaló la posibilidad de estudiar su viabilidad con propósitos comerciales.
Los experimentos se realizarán en ambientes controlados en la Estación piscícola de Gigante (Huila) y otra en la costa en la Estación de Repelón (Atlántico), con el acompañamiento de la Universidad Surcolombiana y Universidad de Córdoba.
La propuesta surgió hace un año exactamente por parte de algunos piscicultores durante el taller comunitario realizado en Garzón (Huila) por el jefe del Estado en octubre de 2018. Sin embargo, por tratarse de una especie invasora, actualmente su cultivo no está autorizado y su comercialización es ilegal.
“A raíz de esa solicitud firmamos un convenio con el Instituto Humboldt para revisar el tema de biodiversidad y nosotros el tema de producción para determinar el si el pangasius es una alternativa viable en Colombia”, confirmó Nicolás del Castillo Piedrahita, director de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap).
“Hay que precisar que hoy el cultivo es ilegal. No estamos autorizando el cultivo. Es apenas un experimento para examinar el comportamiento de esta especie”, precisó el funcionario sobre la proliferación de estos cultivos en estanques clandestinos en el Huila y otras regiones del país.
Alto riesgo
De hecho, la introducción de cualquier organismo exótico, amenaza a la biodiversidad local, altera la cadena trófica, genera hibridación (nuevos híbridos) y por lo tanto ocasiona la pérdida de material genético e introducción de agentes patógenos desconocidos.
Por este alto riesgo que representa esta especie invasora, el Ministerio de Medio Ambiente categorizó al pangasius como especie invasora y prohibió su introducción al país.
El Instituto ‘Alexander Von Humboldt’, dedicado a la investigación científica sobre biodiversidad, incluyendo los recursos hidrobiológicos y genéticos, calificó la especie de alto riesgo y prohibió su ingreso al país. En el Huila en dos oportunidades no autorizó los ensayos.
Sin embargo, a finales del año pasado, autorizó por primera vez, la realización de experimentos pilotos, orientados a su legalización.
“El Instituto Humboldt nos pidió que estuviera por fuera del sitio de producción porque ellos no son acuicultores, ellos están cuidando la biodiversidad. Ellos van a mirar en todo el país como está la producción del pangasius en las cuencas del Magdalena, Cauca, en la Orinoquía, en la Amazonía, en todo Colombia en todas las cuencas si hay presencia de pangasius”, afirmó el director de la Aunap en diálogo con LA NACIÓN.
En su criterio, es un hito histórico porque siendo el pangasius una especie invasiva, primero se va a estudiar antes de aceptar sí se adopta o no como otro recurso pesquero.
“Muchas especies entraron a Colombia sin un estudio previo entonces lo que vamos a hacer es un estudio previo para determinar lo que debemos a hacer frente a la posibilidad de declarar la viabilidad”, aclaró.
El resultado de los experimentos será enviado al Gobierno Nacional. Será el Presidente quien tomará la decisión con los ministros de Agricultura y Medio Ambiente si la vamos a adoptar como una especie domesticada o la vamos a perseguir con la Fiscalía.
El experimento
“El experimento se hará en un laboratorio con pruebas de desafío. Vamos a forzar a que el pangasius devore a otros peces (si es que los devora); si produce hibridación, vamos a estudiar su comportamiento, si es caníbal, si desplaza a otras especies”. El experimento lo vamos a hacer en compañía de técnicos de las dos universidades para darle un soporte académico.
El resultado de este convenio se le remitirá al presidente de la República con nuestras recomendaciones tanto por parte de la Aunap como por parte del instituto. Pero no será inmediato.
“Es un proceso que puede durar dos o tres años hasta que tengamos la certeza y la tranquilidad de lo que vamos a decidir, si es ilegal o lo vamos a perseguir con la Fiscalía o si por el contrario, lo vamos a adoptar y lo vamos a declarar domesticado”, precisó del vocero oficial del organismo de control.
Cualquiera que sea la decisión, no será inmediata. El paso siguiente será la regulación si finalmente se decide adoptarlo como un recurso pesquero, como otra alternativa para los piscicultores del país.
“En este caso, tenemos que adoptar las normas para ver cómo es que se va a cultivar. Tenemos que ser muy claros porque siendo el pangasius una especie exótica, que puede ser invasiva, qué puede ser peligrosa, si se permite cultivar hay que hacerlo de una manera controlada con bioseguridad con contención”, precisó del Castillo.
“En este proceso -dijo- hay que mirar los diferentes esquemas de cultivo, si es en estanque, si es en tanques de geomembrana a si es con el sistema biofloc, realmente queda mucho por hacer”.
Importación
El proyecto piloto no arrancado por trámites de importación de los ‘padrones’. “Estamos en proceso de formalización legal, tuvimos un inconveniente de carácter legal que estamos resolviendo cómo vamos a recibir los padrones para los ensayos, si de una donación, de una incautación o los importamos directamente de Vietnam o de otros países que ya tengan cultivos legales como Puerto Rico, Costa Rica México o Brasil. Este es un tema que ya estamos hablando con la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) que en última es la entidad encargada”.
Cultivo ilegal
“Actualmente el cultivo no está autorizado, hoy el cultivo es ilegal y son las corporaciones autónomas las que tienen que perseguirlo en asocio de la Fiscalía porque el pangasius no es un recurso pesquero todavía”, precisó el funcionario.
“Este pescado por ser una especie exótica, invasiva, que viene del exterior no es un recurso pesquero es un recurso hidrobiológico y como tal recae sobre el ministerio del Medio Ambiente, su revisión”.
“En este caso-aclaró- son las corporaciones autónomas de cada región las que tienen que hacer la persecución.
A todos nos corresponde determinar si hay o no cultivos ilegales de pangasius y nos corresponde denunciarlos ante la corporación y la CAM en el Huila debe hacerlo con la Fiscalía.
“El Huila está invadido del pez basa, según admitieron los propios cultivadores. La Aunap admitió que no ha realizado en estos casos, los controles.
“No hemos hecho ninguna inspección pero nos han informado que hay cultivos de pangasius en Huila, Tolima, Caquetá, Putumayo, Casanare y Magdalena Medio, realmente cada día hay más en otras regiones.
Corrupción
El pez basa se vende como capaz o como colombianito, está cada día más enraizado y eso está fomentando la corrupción. Los cultivos ilícitos de esta especie fomentan la corrupción y tenemos que buscar la manera de legalizarlo o formalizarlo de alguna manera o perseguirlo.
“En este momento ganan los que viven de la corrupción porque el pangasius es un pescado que sabemos que cuesta mucho menos producirlo que la mojarra, la tilapia o la trucha y que se está vendiendo a mayor precio. Esta situación está afectando el mercado formal que es muy importante en el Huila. Todos los piscicultores formales tienen que competir con este mercado informal por lo tanto tienen que colocar precios más bajos y este negocio afecta la rentabilidad”.
Fuente: La Nación
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