Empresas como GP Agro buscan que esta fruta le haga competencia al aguacate en exportaciones. Más formalización y organización, entre los retos.
Aunque todavía es un mercado poco aprovechado, el coco colombiano tiene todas las cualidades para convertirse en la fruta que le pisaría los talones a grandes cadenas productivas como la del aguacate Hass y el limón.
Precisamente, con miras a desarrollar esta industria —que tuvo un crecimiento de 110% en sus exportaciones de 2021, frente a las de 2020— a una escala masiva e introducir el coco fuertemente en mercados internacionales, algunas empresas ya han decidido apostarle fuertemente a la siembra de este fruto en el país.
Es el caso de la compañía colombiana GP Agro, la cual, con una inversión de US$4 millones y 230 hectáreas sembradas en su plantación Pietrasanta en Córdoba, espera convertirse en el epicentro de lo que sería el primer corredor industrial de coco tipo exportación.
De esta manera, la empresa busca ser el mayor productor de coco del país para 2025, esperando alcanzar una producción de 2 millones de cocos al año.
“La mayoría de las plantaciones de coco en Colombia no son dedicadas exclusivamente a este, sino que son secundarias. Nuestra meta es distribuir semillas suficientes para 1.500 hectáreas dentro de los próximos tres años. Ya tenemos un semillero en funcionamiento. Hay muchos empresarios interesados en el proyecto y pensamos crear una alianza productiva que nos dé la capacidad de organizar la producción hacia la exportación a largo plazo”, expresó Juan Camilo Ángel, director de GP Agro.
¿El nuevo aguacate?
El coco promete ser una fruta competitiva tanto en el mercado nacional como internacional. Y aunque aún se considera ambicioso que llegue a igualar las exportaciones de aguacate Hass —que ascendieron a US$206 millones en 2021, mientras que las de coco fueron solo por US$244.831—, este fruto tiene todo para convertirse en un gran dinamizador y generador de empleo en el campo.En este sentido, el gerente de GP Agro apuntó que “el coco tiene unas proyecciones interesantes, ya que Colombia posee una disponibilidad de tierras abundantes, sobre todo en el Caribe y Pacífico, que podrían servir para fortalecer los cultivos de este fruto. Además, el área bruta de tierra que es adaptable al coco puede ser superior a la que tiene el aguacate en el país”.
Por su parte, Rodolfo Correa, presidente del Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura de Colombia (Consa), indicó que la demanda mundial de coco asciende entre 10 y 20 millones de toneladas al año, mientras que la oferta es de 400.000 toneladas.
Por tal razón, Correa consideró que el país tiene una oportunidad “excepcional” de convertiste en un nuevo foco de producción y posicionarse en mercados internacionales como el estadounidense, donde Colombia ya cuenta con admisibilidad.
Inclusión del coco en la ICC
El año pasado Colombia ratificó su intención de solicitar la inclusión a la Comunidad Internacional del Coco (ICC por sus siglas en inglés).
Según el Ministerio de Agricultura, hacer parte de esta organización permitiría al país recibir beneficios como el acercamiento con mercados internacionales y la reducción de barreras comerciales con países como Estados Unidos, principal importador de coco en el mundo, que además presenta un 80% de desabastecimiento del producto. Actualmente, la cartera indicó que se está a la espera de refrendarse en el Congreso dicha adhesión.
Así pues, Colombia, al contar con condiciones climáticas y geológicas que le permiten generar mayor rendimiento del cultivo de coco por hectárea, en comparación a otros países de la región, tiene mucho potencial para desarrollar a escala masiva su industria cocotera.
Sin embargo, tanto Ángel como Correa consideran que hace falta una mayor formalización en el sector, así como más investigación de las semillas y protocolos fitosanitarios para la estandarización de las exportaciones, con el fin de que esta industria se vuelva más fuerte y logre ser un cultivo principal en el país.
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