La agricultura orgánica es una tendencia que cada vez toma mayor relevancia en el país y en el mundo, y se proyecta como una de las oportunidades de negocios del futuro en el sector agrícola. De hecho, según el Gabinete del Comisario de Agricultura de la Comisión Europea, la Unión Europea se fijó el objetivo de que para 2030 el 25% de las tierras estén destinadas a ese tipo de agricultura. ¿Cuál es la tendencia en Colombia y en general en la región?
Según la Federación de Orgánicos de Colombia, aproximadamente a la fecha existen 100.000 hectáreas dedicadas a la agricultura orgánica en el país, lo que ni siquiera alcanza a ser el 1 % del total de hectáreas cultivadas en el territorio nacional. Además, si se compara esa cifra con la de otros países como Perú que dedica 700.000 hectáreas a la agricultura orgánica, el panorama no es el mejor.
Yesenia Prado, Professional & Specialty Solutions de BASF explica que, “el mercado está cambiando, pues ahora los consumidores tienen nuevas necesidades y preferencias. Aunque aún existe un largo camino en la transformación, pues es un proceso que requiere de tiempo para que se logre una alineación correcta entre los agroquímicos y la agricultura orgánica, entendiendo no solo las necesidades del consumidor, sino también del agricultor en su proceso productivo”.
Bajo esta lógica, la industria y toda la cadena productiva se encuentran trabajando en el desarrollo de soluciones orgánicas que apoyen esta transformación del productor de forma rápida, fácil y eficiente. Este cambio productivo ha llevado, a su vez, un cambio en la fase comercial en la que cada día surgen nuevas tiendas y emprendimientos de productos agrícolas orgánicos, que incentivan un mensaje de alimentación sana y sostenible para el medio ambiente.
“En el caso de BASF, hemos creado soluciones para el manejo de hongos fitopatógenos en los cultivos, fungicidas biológicos que proporciona al agricultor valiosos beneficios como confiabilidad y homogeneidad en las acciones de contrarrestar enfermedades que atacan rápidamente los cultivos como Botrytis Cinérea que afectan el 40% de pérdidas al no prevenirse y/ o controlarse oportunamente en el cultivo de Rosas”, agrega Prado.
La agricultura orgánica es una tendencia que, aunque lento, ya crece en el país y en la región, así como crece la innovación y tecnología que se convierte en herramienta para el tratamiento de enfermedades fúngicas, en armonía con las nuevas exigencias de los mercados nacionales y de exportación para la producción y consumo seguro de frutas y vegetales, así como el equilibrio con los recursos naturales para una producción sostenible. / Portafolio
Fuente: Portal frutícola
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