Descripción
El adecuado manejo de frutas y vegetales luego de que son cosechados es la clave para una operación exitosa. Como un producto altamente perecedero, muchos factores pueden reducir el rendimiento de los cultivos luego de la cosecha, en los que se incluye el calor, daño mecánico, y deterioro microbiano.
En algunos casos, hasta el 30% de la producción se puede perder luego de la cosecha ya sea por contaminación o enfermedad. Las pérdidas son especialmente altas en frutas y vegetales recién cortados, donde la barrera natural entre la fruta y el ambiente se ha roto. Como resultado, los métodos para reducir la incidencia del deterioro pos-cosecha representan un incremento significativo tanto en el rendimiento como en las ganancias.
Una de las maneras más efectivas de reducir la contaminación de frutas y verduras es lavarlas. Al lavar se retira la tierra y pequeñas partículas que albergan hongos, baterías y otros contaminantes. La mayoría del agua es recirculada luego del tratamiento pos-cosecha para conservar agua y energía. El agua recirculada se conoce como agua de proceso. La materia orgánica y los microorganismos se acumulan en el tiempo en el que el agua de procesos se usa. Como resultado, los químicos sanitizantes son ampliamente usados para mejorar la efectividad del agua de lavado y prevenir la contaminación cruzada por el agua de lavado recirculada.
El cloro es uno de los químicos más comunes usados para sanitización del agua de lavado, ya sea en frutas o verduras; está aprobado para su uso en el lavado de frutas y vegetales por la agencia de protección ambiental estadounidense (EPA) en tres formas: Gas cloro (cl2), hipoclorito de calcio (CaCl2O2), e hipoclorito de sodio (NaOCl). Todas las formas de cloro se disociarán en iones hipoclorito (OCl-) y ácido hipocloroso (HOCl). Ambas formas existen en un equilibrio basado en el pH de la solución; pero el ácido hipocloroso es más útil para el tratamiento del agua de proceso por su habilidad sanitizante mejorada. El pH ideal para el agua de proceso debe estar entre 6.5 y 7.5 para maximizar la presencia de ácido hipocloroso. Si el pH es demasiado bajo, gas cloro se comenzará a liberar del agua de lavado, lo que genera un ambiente de trabajo peligroso y corrosivo para los equipos. Si el pH es demasiado alto, la formación del ion hipoclorito se favorecerá sobre la formación de ácido hipocloroso, resultando en un proceso sanitizante menor.
La eficiencia de la sanitización del agua de lavado con cloro se puede monitorear por medio del potencial de óxido reducción (ORP). El ORP mide la capacidad de las soluciones de oxidar o reducir los compuestos. El valor de ORP en el agua de lavado se relaciona directamente con el tiempo de contacto requerido para destruir o inactivar las bacterias dañinas. Por ejemplo, los valores de ORP por encima de 665 mV destruirán la E.coli y Salmonella con tan solo 20 segundos de contacto. Un valor de ORP de 550 mV requerirá de 60 segundos para lograr la misma desinfección. Ya que el ORP puede medirse rápidamente tanto en línea cómo en mediciones esporádicas, este es el parámetro más conveniente para determinar la efectividad en el agua de lavado.
Aplicación
Un productor contacto a Hanna por un método para determinar el ORP en el agua recirculada de lavado. Ya contaba con un controlador de pH y ORP en su proceso, de esta manera solo requería de un medidor portátil para las mediciones puntuales y para comprobar el desempeño de la sonda, Hanna ofreció el Medidor profesional, portátil e impermeable de pH/ORP - HI98190 y el electrodo con cuerpo de vidrio y conexión DIN - HI36183 para la medición de ORP y temperatura.
El HI 98190 es un medidor robusto a prueba de agua con certificación IP67, ideal para ambientes industriales y de producción. El representante de Hanna también le sugirió al cliente la solución de calibración HI 7022M 470 mV @ 25°C. La solución permite revisar de manera rápida el electrodo; los valores deben estar a ±50 mV del valor declarado en la botella a una temperatura de 25°C. Use la solución de ORP para proveer una manera simple de determinar si su electrodo de ORP necesita acondicionarse. El medidor también incluye un electro con cuerpo de titanio. El cliente agradeció el electrodo de pH adicional que también puede ser usado como un dispositivo portátil para realizar calibraciones en el controlador de pH. De igual manera el cliente se sorprendió por el servicio y el soporte ofrecido por Hanna, y aseguro que contactará a Hanna en busca de equipos de proceso en un futuro.
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