La Unal le apuesta no solo a una huerta de agricultura natural, sino que desde la Facultad de Ciencias Agrarias se aboga por circuitos cortos de comercialización para que los alimentos sean consumidos localmente.
De acuerdo al profesor Álvaro Acevedo de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia, "la agricultura natural combate el cambio climático al disminuir el uso de energía fósil asociado con la implementación de maquinarias, insumos químicos y manejo del suelo”.
Para Acevedo, es importante volver a la práctica de la agricultura natural, una actividad que nació en los años setenta; debido a que la agricultura moderna ha “satanizado” conocimientos naturales que fijan su atención en la tierra y no en los mercados.
Por ello, la Unal le apuesta no solo a una huerta de agricultura natural en la que se convive con la “maleza”, sino que desde la Facultad de Ciencias Agrarias se aboga por circuitos cortos de comercialización para que los alimentos sean consumidos localmente con el fin de invertir menos en su empaquetado, refrigeración y transporte.
Así mismo, promueve el reciclaje de residuos sólidos orgánicos para generar abonos, la producción de biofertilizantes líquidos que se crean con base en minerales y microorganismos, y abonos verdes, que se refieren al cultivo de plantas vivas como leguminosas, para reciclar el carbono del suelo.
Es importante destacar que la agricultura natural se diferencia de la orgánica en que mientras la natural mantiene las dinámicas de la naturaleza sin basarse en un solo cultivo sino en la diversificación; la orgánica busca sustituir insumos químicos por orgánicos, aunque también busca producir y vender en cantidades.
Pero este tipo de agricultura se enfrenta a una serie de retos como lo es el cuidado del suelo, elemento que conserva importantes reservas de carbono, que libera al ser intervenido por maquinaria pesada, provocando afectaciones en la atmósfera y contribuyendo al calentamiento global. Mientras que en la agricultura natural el suelo se conserva para garantizar la vida de las plantas, las cadenas de carbono y los contenidos de humus.
El profesor Acevedo afirma que “en el mundo, la producción, transformación, distribución y consumo de alimentos produce el 50 % de los gases emitidos, razón por la cual la agricultura natural busca promover sistemas de distribución más locales”.
Fuente: Agronegocios
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