Sistemas Inteligentes en Red detecta con tecnología los diferentes usos de la tierra según los cultivos y buscan generar un doble impacto: social y ambiental.
En tiempos en que diversos sectores agrícolas advierten de la falta de mano de obra para cumplir con las faenas del campo, la tecnología busca alternativas para superar esa dificultad y evitar que los negocios pierdan su normal curso.
Es así como Sistemas Inteligentes en Red, una empresa filial de ISA, viene desarrollando una serie de pilotos para la siembra de árboles, mediante la utilización de drones (ver Paréntesis).
Sebastián Mesa, director de Producto de la compañía, comentó que parte de la estrategia es emular las siembras naturales usando la tecnología. “Así como los árboles dispersan sus semillas, nosotros estamos construyendo una semilla inteligente que germine más rápido, que sea más eficiente, para reforestar zonas apartadas y de difícil acceso”.
Esta innovación podría aplicarse en el agro para las siembras de arroz o aguacate, y todo tipo de semillas georreferenciadas o certificadas para garantizar la eficiencia de esos cultivos. Las pruebas se están realizando actualmente con especies nativas como guayacán y drago, en Anorí en el Nordeste de Antioquia y en el sur del Valle de Aburrá.
La tarea sigue varias fases, entre ellas la analítica de datos que permite seleccionar los árboles adecuados dependiendo del territorio, y la elaboración de modelos predictivos para conocer las temporadas de lluvia para definir el mejor momento para la siembra.
Igualmente, se buscan los aliados estratégicos que se encarguen de preparar las semillas o produzcan los drones para lanzar el material vegetal, de acuerdo a las características del terreno.
Más avances
Uno de los desarrollos más adelantados de Sistemas Inteligentes en Red, conocido como Carbonlytics, lo tiene en asocio con Forestry Consulting Group, el cual se constituye en una solución tecnológica que captura información de los cultivos para establecer sus niveles de carbono.
Esta solución tiene como objetivo crear proyectos de compensación para la certificación de créditos de carbono, cuantificando las áreas de cultivos, lo que brindaría apoyo a los agricultores con ingresos adicionales.
Pablo Hernández, director Forestal de Forestry, explicó que si bien este tipo de certificaciones son voluntarias, en un mundo que requiere soluciones ambientales desde el punto de vista “moral” esta debe ser una práctica obligatoria, pero mientras se expide una norma o ley este tipo de iniciativas del sector empresarial poco a poco se irán haciendo carrera e imponiéndose, para convertirse en un elemento de competitividad.
La medición de carbono de los cultivos y los ingresos adicionales que de esto se deriven le permitirían a los agricultores mejorar las tareas de conservación y beneficio de sus cultivos y, obviamente, ayudar a la mitigación del cambio climático.
Los primeros vinculados a este proyecto son los productores de aguacate Hass, quienes ayer conocieron el alcance de la iniciativa, y alrededor de 55 ya estarían interesados en hacer parte de ella. Los pilotos se ejecutaron en Urrao y Sonsón, donde se elaboraron los mapas de unas 500 hectáreas.
Hernández indicó que la oferta actual abarca análisis de imágenes para obtener detalles de las dimensiones de los predios y de los cultivos, pero hay avances en la toma de muestras para recomendar programas de fertilización.
“Creo que el monitoreo de los cultivos agrícolas y forestales va a llegar a un momento en lo que todo requerirá la utilización de drones. Hoy estamos cuantificando biomasa mediante la medición geométrica de los árboles, pero la idea es desarrollar agricultura de precisión o efectuar monitoreo de deforestación”, añadió Hernández.
Desde la óptica de Diana Cetina, directora de Innovación de Sistemas Inteligentes en Red, Carbonlytics es el primer gran producto orientado al medio ambiente cuyo desarrollo comenzó hace tres años.
Y es que hacer la medición de carbono en los cultivos demanda un trabajo de campo, en el que alguien vaya al predio y con metro en mano cumpla la labor.
El uso de drones con cámaras y los software de análisis de imágenes posibilita no solo cuantificar el diámetro y la altura de los árboles, sino la salud de los cultivos, su edad, así como identificar el tipo de suelo o el uso del agua.
Además de cultivos de aguacate, esta tecnología puede llevarse a los sembrados de palma, café, cacao, cítricos, entre otros productos agrícolas.
Fuente: el Colombiano
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