Según la presidenta de Finagro, el agro debe tener una conversación con el ambiente y la diversidad. Se tiene el objetivo de un campo bajo en carbono.
En el marco de foro de Finanzas para la Adaptación, Biodiversidad e Inclusión Social (Finabi 2023), organizado por la Misión de Crecimiento Verde (GGGI, por sus siglas en inglés), la presidenta de Finagro, Ángela Penagos, aseguró que la agricultura es considerada como uno de los sectores que más contribuye a la pérdida de biodiversidad, que más gases de efecto invernadero produce, pero que al mismo tiempo es uno de los más afectados.
“Los servicios ecosistémicos son fundamentales para el desarrollo y buen desempeño de la agricultura, pero adicionalmente, Colombia es uno de los países que más va a sufrir un aumento de temperaturas por encontrarse en la zona del Ecuador (...) hecho que incluso ya se vive con el cultivo emblemático del país que es el café y que se está trasladando hacia el sur del territorio a zonas más altas”, detalló en el panel.
La funcionaria explicó que en un tema tan particular, como lo es la misión principal de Finagro, de financiar la transformación del desarrollo del sector agropecuario, algo se va a tener que “topar” con la biodiversidad y toda la adaptación al cambio climático.
De esta manera, Penagos manifestó que todo el fondeo de Finagro, que está en $15 billones, tiene una conversación directa con el ambiente y la biodiversidad.
Es en ese sentido, en medio del panel, estipuló que Colombia, a través de la entidad, viene trabajando en modelos de financiamiento para la transformación productiva y la adaptación por medio del crédito de fomento que impulsan.
Adicionalmente, aseguró que deben encontrar recursos para el fondeo que apoyen directamente ese proceso de trasformación. “Las condiciones financieras tienen que adaptarse hacia esta conversación no solo en términos de tasa, sino también de tiempo y de los plazos”, dijo.
Por esta razón, la presidenta de Finagro señaló que se está buscando la manera de desarrollar una nueva agricultura, por medio de una transformación productiva del campo, que esté enfocada en bajas emisiones de carbono, que tenga armonía con la biodiversidad y los ecosistemas.
La entidad también plantea cambiar el financiamiento del sector, valorando los servicios ecosistémicos que incluyan un análisis completo de riesgos y que cuente con proyectos financiables a través de la estructuración apoyada por Finagro.
“Buscamos conectar los diversos incentivos financieros, para apalancar cambios y nuevos modelos de financiamiento”, añadió.
Por otra parte, Penagos explicó los retos y las lecciones aprendidas en Finagro, desde la mirada hacia el financiamiento de sistemas agroalimentarios adaptados y en armonía con la biodiversidad.
Es así que se estimó que el reto fundamental es identificar los destinos y modelos de financiamiento que aseguren la adopción de prácticas y tecnologías hacia la conservación de la biodiversidad y de los sistemas agroalimentarios.
También se mencionaron las alianzas para la restauración de los bosques por medio de asistencia técnica, tasa subsidiada e incentivos y garantías. Al tiempo de identificar las fuentes de pago de crédito a partir de ingresos que generan los proyectos adaptados y sostenibles.
Y como último punto de mención, se plantearon las intervenciones integrales, donde se escale la generación de programas que incluyan asistencia técnica, garantías y seguros.
“Los márgenes que maneja el sector financiero se van a tener que reducir si queremos que haya una agricultura sostenible y que no destruya la biodiversidad”, precisó.
Es así que en medio del panel se detalló que en A. Latina y el Caribe para la biodiversidad y las necesidades hay una brecha de US$711.000 millones.
Fuente: Portafolio
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